Queiroz dejó en claro que no va a jugar con línea de 3. Arma una defensa de 4, un volante central, dos mediocampistas de ida y vuelta a lado y lado de ese eje, dos extremos con llegada al área y un hombre en punta.
Los dos volantes que parten de la primera línea se proyectan por las bandas, los dos extremos van al centro para dar volúmen de ataque y los laterales también colaboran proyectándose.
Queiroz le exige mucho sacrificio a su equipo, hace que los extremos retrocedan para armar una línea fuerte de recuperación y el volante central a veces se mete en medio de los centrales para cerrar vías hacia su arco. Es lo que mejor le ha funcionado.